Rinofima: qué es, por qué aparece y cómo tratarlo sin miedo ni vergüenza

16 de mayo de 2025
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Hay enfermedades que no duelen, pero pesan. No en el cuerpo, sino en la forma en que nos vemos y en cómo sentimos que nos ven los demás. El rinofima es una de ellas. Una afección que transforma poco a poco la forma de la nariz hasta volverla irreconocible, no solo ante el espejo, sino ante uno mismo.

Aunque es benigna, el impacto emocional puede ser profundo. Por eso, entender qué es el rinofima y saber que tiene tratamiento no solo es importante… es un alivio.

¿Qué es el rinofima?

El rinofima es una enfermedad crónica de la piel que afecta la nariz. Provoca un engrosamiento progresivo de los tejidos, haciendo que esta tome un aspecto abultado, irregular y rojizo. En casos avanzados, la nariz puede llegar a parecerse a un bulbo o incluso a una coliflor.

Pero más allá de su apariencia, lo que realmente duele es lo que genera por dentro: vergüenza, inseguridad, miedo a ser juzgado. Muchas personas con rinofima evitan las fotos, las reuniones, incluso el contacto visual. No es solo una “nariz grande”. Es una carga emocional.

Esta condición es una manifestación severa y poco frecuente de la rosácea, una inflamación crónica de la piel. Es más común en hombres, especialmente a partir de los 40 años, y se presenta con mayor frecuencia en personas de piel clara.

¿Qué es el rinofima?

El rinofima es una enfermedad crónica de la piel que afecta la nariz. Provoca un engrosamiento progresivo de los tejidos, haciendo que esta tome un aspecto abultado, irregular y rojizo. En casos avanzados, la nariz puede llegar a parecerse a un bulbo o incluso a una coliflor.

Pero más allá de su apariencia, lo que realmente duele es lo que genera por dentro: vergüenza, inseguridad, miedo a ser juzgado. Muchas personas con rinofima evitan las fotos, las reuniones, incluso el contacto visual. No es solo una “nariz grande”. Es una carga emocional.

Esta condición es una manifestación severa y poco frecuente de la rosácea, una inflamación crónica de la piel. Es más común en hombres, especialmente a partir de los 40 años, y se presenta con mayor frecuencia en personas de piel clara.

Tipos de rinofima

No todos los casos son iguales. El rinofima puede adoptar distintas formas, dependiendo del tejido afectado:

  • Rinofima glandular: se caracteriza por un agrandamiento excesivo de las glándulas sebáceas.
  • Rinofima fibroso: predomina el crecimiento del tejido conectivo (fibroso), con menos inflamación sebácea.
  • Rinofima actínico: se relaciona con el daño solar acumulado, y suele acompañarse de lesiones por fotoenvejecimiento.

Conocer el tipo es clave para elegir el tratamiento más adecuado. Por eso, el diagnóstico siempre debe realizarlo un dermatólogo especializado.

¿Por qué aparece el rinofima? Causas y factores

El rinofima afecta más a hombres que a mujeres, especialmente a personas de piel clara, siendo más prevalente en individuos de origen caucásico. Sin embargo, no se conoce una causa exacta, pero sí se sabe que hay varios factores que pueden influir en su aparición:

  • Predisposición genética.
  • Dilatación crónica de los vasos sanguíneos de la piel.
  • Factores hormonales.
  • Estilos de vida y hábitos diarios.

También existen elementos que pueden empeorar o acelerar su desarrollo. Entre ellos:

  • Consumo frecuente de alcohol.
  • Exposición prolongada al sol sin protección.
  • Tabaco.
  • Comidas muy picantes.
  • Infección por Helicobacter pylori.
  • Sensibilidad al ácaro Demodex folliculorum.

Lo importante es entender que el rinofima no aparece “por descuido” ni es culpa de quien lo padece. Es una condición médica con múltiples causas y merece ser atendida sin juicios ni estigmas.

¿Cómo reconocer los síntomas?

El rinofima no aparece de la noche a la mañana. Suele comenzar con enrojecimiento persistente en la nariz, una señal que muchas veces se confunde con rosácea leve. Con el tiempo, la piel se engrosa, los poros se obstruyen y aparecen pequeños quistes sebáceos que dan forma a una nariz abultada e irregular.

Entre los síntomas más comunes se encuentran:

  • Nariz roja y con sensación de calor.
  • Piel nasal más gruesa, dura y áspera.
  • Presencia de bultos o protuberancias.
  • Cambios visibles en el contorno y tamaño de la nariz.
  • En algunos casos, dificultad para respirar si el tejido invade las fosas nasales.

El primer síntoma es un cambio en la piel de la zona nasal que empeora con el tiempo. Primero, la piel adquiere un color rosa o rojizo, se produce un engrosamiento de la piel y la oclusión de glándulas sebáceas, todo ello conduce a la formación de quistes que van dando forma bulbosa a la nariz.

En sus primeras etapas, el rinofima puede pasar desapercibido. Pero a medida que avanza, los cambios estéticos pueden volverse evidentes y dolorosos en el plano emocional. Es por ello, que de forma vulgar también se le llama «signo de la nariz de payaso» como manifestación de la neoplasia.

En la fase prerosácea, los pacientes sienten una molestia y a menudo la zona está infectada. Es muy importante acudir al dermatólogo para descartar otras enfermedades.

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Se cree que ciertos hábitos, o predisposiciones pueden aumentar o acentuar su presencia:

• Consumo de alcohol.
• Exposición solar prolongada.
• Tabaco.
• Comidas picantes.
• Presencia de Helicobacter pylori.
• Hipersensibilidad al ácaro Demodex follculorum.

Tratamientos para el rinofima: opciones que cambian vidas

Cuando se llega a consulta, muchas personas ya han vivido años de incomodidad. A veces ni siquiera sabían que tenía nombre lo que les ocurría. Pero lo tiene. Y también tiene solución.

Tratamiento quirúrgico

Cuando el rinofima está avanzado, y la nariz presenta un crecimiento notable que afecta la estética o incluso la respiración, el tratamiento más efectivo es quirúrgico.

Entre las opciones disponibles están:

  • Resección quirúrgica: se elimina el exceso de tejido y se da una nueva forma a la nariz.
  • Dermoabrasión: se “lijan” las capas superficiales de la piel para suavizar su superficie.
  • Cirugía con láser CO2: permite trabajar con gran precisión, reduciendo el sangrado y mejorando la cicatrización.

El procedimiento se realiza bajo anestesia y en manos expertas, los resultados pueden ser transformadores, tanto física como emocionalmente.

Tratamiento quirúrgico del rinofima

El tratamiento consiste en mejorar el aspecto de la nariz, ya que no suele generar ningún problema de salud, salvo en los rinofimas severos donde las vías respiratorias nasales pueden obstruirse debido a la deformidad, entonces sí es de vital importancia extirpar la piel y someterse a cirugía.

Pero, como hemos mencionado al principio, dada su ubicación en el rostro, aquellas personas que padecen esta enfermedad, aunque sea de forma leve pueden llegar a sufrir: inseguridad, estrés y depresión  porque esta enfermedad altera la imagen de las personas.

Por lo tanto, según la gravedad y el tamaño, se procederá con una técnica como la dermoabrasión o el tratamiento quirúrgico con láser. En cualquier caso, será siempre el dermatólogo quien determine la mejor solución según las características del paciente.

Láser CO2: Una solución no quirúrgica para el rinofima

En casos más leves o en fases tempranas, se puede recurrir al láser CO2 fraccionado o pulsado como el de la plataforma Pixel CO2 de Alma. Esta tecnología permite tratar la hipertrofia de las glándulas sebáceas sin necesidad de cirugía.

El láser actúa vaporizando el exceso de tejido con precisión milimétrica, promoviendo la regeneración de la piel. Se realiza con anestesia local, y muchas personas notan mejoría desde la primera sesión.

Importante: como cualquier procedimiento médico, puede tener efectos secundarios como enrojecimiento temporal, inflamación o, en raros casos, cicatrices. Por eso es fundamental acudir a un centro dermatológico de confianza y dejarse guiar por profesionales.

¿Se puede prevenir?

No siempre, pero sí se puede reducir el riesgo. Si tienes rosácea, es vital mantenerla controlada con el tratamiento adecuado y evitar los factores que desencadenan brotes.

Usar protección solar a diario, evitar el alcohol en exceso y seguir una rutina de cuidado facial suave puede marcar la diferencia a largo plazo.

Aunque el láser CO2 es un tratamiento seguro, existen posibles efectos secundarios como enrojecimiento temporal, hinchazón y cicatrices. Es esencial que el procedimiento sea realizado por un dermatólogo con experiencia en tratamientos con láser para minimizar los riesgos.

Preguntas frecuentes sobre el rinofima

¿El rinofima es peligroso para la salud?

No es una enfermedad maligna, pero puede afectar la respiración si el tejido crece mucho. Y, sin duda, tiene un fuerte impacto psicológico.

¿Puede desaparecer solo?

No. El rinofima tiende a empeorar con el tiempo si no se trata.

¿Es doloroso?

Por lo general, no duele físicamente, pero puede generar incomodidad, ardor o picor, además del malestar emocional.

¿A qué edad aparece?

Suele manifestarse entre los 40 y 60 años, con mayor incidencia en hombres.

El rinofima no es solo un tema de piel. Es una historia que se refleja en el rostro, en las miradas esquivas, en las fotos que nunca se comparten. Pero también es una oportunidad para sanar, para reencontrarse y volver a mirarse con cariño.

Buscar ayuda no es un acto de vanidad, sino de autocuidado. Y cada paso que das para entender lo que te pasa es también una forma de sanar. Porque tu rostro habla de ti, pero no te define. Lo que realmente importa es cómo te sientes con él… y contigo.