Las verrugas y las hiperqueratosis (conocidos como callos) son afecciones comunes de la piel que pueden ser confundidas fácilmente debido a sus similitudes en apariencia. Sin embargo, existen diferencias clave entre ambas que son esenciales para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
A continuación, exploraremos las características que distinguen a las verrugas de los callos y cómo puedes identificarlas correctamente.
Principales diferencias entre verrugas y callos
Apariencia física
Verrugas
- Textura y superficie: Las verrugas suelen tener una superficie rugosa y elevada, con pequeños puntos negros en su interior, que son vasos sanguíneos coagulados.
- Color: Pueden variar de color, siendo generalmente del mismo tono que la piel o ligeramente más oscuras.
- Forma: Las verrugas comunes son redondas u ovaladas, aunque pueden presentarse en diferentes formas y tamaños dependiendo del tipo.
Callos
- Textura y superficie: Los callos son áreas de piel engrosada, de textura dura y seca. Su superficie es generalmente lisa o escamosa.
- Color: Suelen ser amarillentos o más claros que la piel circundante.
- Forma: Los callos tienen una forma más irregular y difusa, y no presentan los puntos negros característicos de las verrugas.
Dónde se suelen localizar
Verrugas
- Manos y pies: Las verrugas suelen aparecer en las manos, pies, y a veces en otras áreas del cuerpo.
- Planta del pie: Las verrugas plantares, en particular, se encuentran en la planta del pie y pueden ser dolorosas debido a la presión al caminar.
Callos
- Zonas de presión: Los callos se forman en áreas de presión y fricción, como las plantas de los pies, los dedos y las palmas de las manos.
- Puntos frecuentes: Son comunes en los talones y en las prominencias óseas de los pies.
Sensibilidad y dolor
Verrugas
- Dolor al presionar: Las verrugas pueden ser dolorosas al presionarlas de forma directa.
- Sensación variable: Algunas verrugas pueden causar picazón o ser sensibles al tacto, dependiendo de su ubicación y tamaño.
Callos
- Dolor por fricción: Los callos suelen causar dolor por la fricción continua, especialmente cuando están en contacto con el calzado.
- Sensibilidad reducida: La piel engrosada del callo puede tener una sensibilidad reducida comparada con la piel normal.
Causas y factores de riesgo de callos y verrugas
Verrugas
- Virus del papiloma humano (VPH): Las verrugas son causadas por diferentes cepas del VPH, que se transmiten por contacto directo o a través de superficies contaminadas.
- Factores de riesgo: Las personas con sistemas inmunitarios debilitados, como los niños y los ancianos, tienen mayor riesgo de desarrollar verrugas.
Callos
- Presión y fricción: Los callos son el resultado de la fricción y la presión repetitiva sobre la piel, a menudo debido al uso de calzado inadecuado o actividades repetitivas.
- Factores de riesgo: Las personas que caminan mucho, corren o usan zapatos ajustados son más propensas a desarrollar callos.
Cómo se curan
Verrugas
- Tratamiento médico: Las verrugas pueden ser tratadas con métodos médicos como la crioterapia, los tratamientos tópicos con ácido salicílico o mediante procedimientos láser.
Más información sobre el tratamiento de verrugas - Prevención: Evitar el contacto directo con verrugas, usar calzado adecuado en áreas públicas y mantener la higiene son medidas preventivas clave.
Callos
- Alivio de la presión: El tratamiento principal para los callos consiste en aliviar la presión y fricción que los causan, mediante el uso de calzado cómodo y plantillas.
- Cuidado de la piel: Remojar los pies en agua tibia y usar cremas hidratantes puede ayudar a suavizar la piel. En casos severos, un podólogo puede recomendar tratamientos específicos.
Cómo distinguir entre verrugas y callos
Para diferenciar entre una verruga y un callo, considera estos aspectos clave:
- Observa la textura: Las verrugas tienen una superficie rugosa y elevaciones con puntos negros, mientras que los callos son áreas de piel dura y lisa.
- Evalúa la ubicación: Las verrugas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero los callos se localizan en áreas de presión como los pies y las manos.
- Prueba la sensibilidad: Presiona la lesión. Si sientes dolor directo, es probable que sea una verruga. Si el dolor se siente más por fricción o presión, podría ser un callo.
- Identifica los síntomas: Picazón y dolor al tacto son más comunes en verrugas. Los callos, en cambio, se sienten duros y menos sensibles.
Reconocer la diferencia entre verrugas y callos es crucial para un tratamiento adecuado y evitar complicaciones. Ante cualquier duda o persistencia de los síntomas, es recomendable consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
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