Angiomas rubíes: qué son y cómo tratarlos

14 de octubre de 2025
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Los “puntos rubí”, también conocidos como nevus rubí o lunares rojos, son pequeñas lesiones vasculares muy comunes y, en la mayoría de los casos, benignas. Suelen aparecer en forma de puntitos rojos en la piel, con forma abombada o plana, y un diámetro de 1 a 5 mm.

No duelen y, salvo que se irriten o se enganchen con la ropa, no tienen síntomas.

Aun así, generan dudas: ¿por qué salen?, ¿son peligrosos?, ¿cómo se pueden quitar sin dejar marca? Aunque no duelen y rara vez ocasionan problemas, es común que despierten dudas y, en algunos casos, inseguridad.

A muchas personas les resulta incómodo ver cómo se multiplican en el pecho o en los brazos, o cómo alguno sangra después de rozarlo con la ropa. La buena noticia es que existen respuestas claras y tratamientos eficaces para eliminarlos sin complicaciones.

Qué son los puntos rubí o lunares rojos en la piel

Un punto rubí, también llamado nevus rubí o lunar rojo, es una pequeña acumulación de vasos sanguíneos muy superficiales.

Este tipo de hemangiomas se ven como redondeces rojizas, del tamaño de una cabeza de alfiler hasta el de una lenteja pequeña.

primer plano de un angioma rubi en la piel de la frente

No duelen, no pican y, salvo que se rocen o se enganchen con la ropa, tampoco sangran. Pueden ser planos o ligeramente abultados, y al presionar alrededor suelen palidecer por un instante, como si la sangre se escondiera. Lo más habitual es que aparezcan en el tronco, los brazos o los muslos, aunque también se detectan en otras zonas.

Es importante diferenciarlos de otras lesiones rojas, como las petequias, que no desaparecen al presionar y pueden asociarse a fragilidad capilar, o los angiomas en araña, que se ven como un punto central rodeado de finos capilares.

Si un punto rojo cambia de forma, crece rápido o sangra sin motivo, lo adecuado es que lo valore un especialista para descartar otras condiciones.

Causas más frecuentes de los angiomas rubíes

Las causas de los puntos rubí están ligadas, en la mayoría de los casos, al propio paso del tiempo. A partir de los 30 o 40 años se hacen más visibles y con la edad se multiplican.

  • Hay un fuerte componente hereditario: si padres o abuelos los tienen, es muy probable que también aparezcan.
  • La exposición solar es otro factor a tener en cuenta. Aunque estos lunares rojos en la piel no son estrictamente manchas solares, el sol acelera el envejecimiento cutáneo y favorece alteraciones vasculares que facilitan su aparición. De ahí la importancia de proteger la piel con un buen fotoprotector, incluso en días nublados.
  • También influyen los cambios hormonales, como los del embarazo o ciertos tratamientos médicos. En algunos casos, un roce constante en zonas de tirantes o cinturones irrita la piel y hace que estos puntitos rojos se hagan más notorios.

De forma menos frecuente, aparecen brotes de muchos puntos rubí en poco tiempo, lo que se conoce como angiomas eruptivos. Aunque no es lo habitual, merece una revisión médica para descartar que haya un factor interno detrás. En la mayoría de personas, sin embargo, su origen es sencillo: la edad, la genética y pequeños estímulos externos que acompañan el día a día.

¿Son peligrosos los puntos rubí en la piel?

La primera respuesta tranquiliza: no, los puntos rubí no son peligrosos. Son benignos y no se transforman en cáncer de piel. El único inconveniente es estético o la molestia de sangrar si se rascan o se enganchan con la ropa.

Ahora bien, hay momentos en los que conviene pedir una valoración médica. Por ejemplo, si aparecen de golpe decenas de lunares rojos en la piel, si alguno cambia bruscamente de tamaño o se oscurece de forma irregular, o si sangran de manera repetida sin razón aparente.

También cuando se localizan en zonas delicadas como los párpados o las mucosas, donde pueden resultar especialmente molestos.

Acudir a un especialista en medicina estética es útil no solo para descartar cualquier duda, sino también para conocer las opciones de tratamiento. En la consulta se revisan los puntitos rojos en la piel con lupa o dermatoscopio y se confirma si se trata de un nevus rubí. A partir de ahí, se puede decidir entre dejarlos o eliminarlos de manera sencilla y definitiva.

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Cómo eliminar puntos rubí

No siempre es necesario eliminarlos. Si no molestan, se pueden dejar sin problema. Sin embargo, muchas personas optan por retirarlos para mejorar la apariencia de su piel o evitar sangrados recurrentes. Existen varias técnicas seguras y rápidas, que se realizan en consulta médica y sin necesidad de cirugía.

Las más habituales son el láser vascular y la luz pulsada intensa (IPL). En algunos casos, también se puede aplicar crioterapia. Todas buscan el mismo objetivo: cerrar los diminutos vasos sanguíneos que forman el punto rubí para que desaparezca sin dejar cicatriz visible.

Eliminación de puntos rubí con láser vascular

El láser vascular es el tratamiento de elección para los puntos rubí porque actúa con precisión sobre los vasos sanguíneos responsables de la lesión, sin dañar la piel circundante. El principio es sencillo: la energía de la luz se dirige a la hemoglobina, se transforma en calor y “sella” el vaso, provocando que el angioma colapse y se reabsorba de forma natural en pocos días o semanas.

En la actualidad, existen tecnologías como Alma Harmony que permiten personalizar el tratamiento según la profundidad, el tamaño de la lesión y el fototipo de piel del paciente.

El procedimiento es rápido. La sesión suele durar entre 10 y 30 minutos, dependiendo del número de lesiones. Se coloca protección ocular y, si es necesario, anestesia tópica. La sensación es como un chasquido elástico en la piel.

Después, la zona queda algo enrojecida, puede hincharse ligeramente o formar una microcostra, pero todo desaparece en pocos días.

En la mayoría de los casos, una única sesión basta. Si los puntos son numerosos o de mayor tamaño, pueden requerirse varias sesiones, siempre espaciadas para dar tiempo a la piel a recuperarse. Los resultados son visibles en poco tiempo y la satisfacción es alta, sobre todo porque la piel se ve limpia y uniforme.

Cuidados después de eliminar los puntos rubí

El cuidado posterior es sencillo pero fundamental para que la piel cicatrice bien y sin marcas. Durante las primeras 48 horas es recomendable mantener la zona limpia con agua tibia y un limpiador suave, aplicar una crema reparadora indicada por el especialista y evitar el maquillaje en el área tratada.

Conviene también prescindir de saunas, baños muy calientes o ejercicio intenso el mismo día, ya que el calor puede intensificar el enrojecimiento.

En las semanas siguientes, la clave está en la protección solar. Usar un fotoprotector de amplio espectro SPF 50+ todos los días evita la aparición de manchas y ayuda a que la piel recupere su tono normal. Si aparecen pequeñas costras, lo mejor es dejarlas caer solas, sin manipularlas, para prevenir cicatrices.

Además, se aconseja hidratar la zona con productos suaves y evitar ácidos exfoliantes o retinoides hasta que la piel esté completamente recuperada.

Aunque no es lo habitual, si aparece un enrojecimiento excesivo que empeora después de tres días, dolor intenso o signos de infección, lo recomendable es acudir a la clínica para una revisión. El seguimiento cercano del especialista ofrece seguridad y tranquilidad en todo momento.

Los puntos rubí eliminados no vuelven a salir en el mismo sitio, aunque con el paso de los años pueden aparecer otros nuevos debido a la predisposición genética y al envejecimiento natural de la piel. Es algo parecido a ver nuevas canas: no son una enfermedad, simplemente parte del proceso vital.

Al final, lo importante es recordar que estos pequeños lunares rojos en la piel no definen la salud ni la belleza de una persona. Son solo señales visibles de la vida en la piel, y decidir eliminarlos es un acto de autocuidado y confianza. Consultar con un especialista en medicina estética ayuda a dar el paso con seguridad, resolver dudas y encontrar la solución más adecuada para cada piel. Porque sentirse bien frente al espejo empieza con pequeños gestos que marcan una gran diferencia.

Preguntas frecuentes sobre los puntos rubí

¿A qué edad suelen aparecer los puntos rubí por primera vez?

Lo más común es que aparezcan a partir de los 30 años, aumentando en número con la edad.

¿Los puntos rubí salen más en hombres o en mujeres?

Pueden aparecer en ambos sexos por igual, aunque algunas etapas hormonales femeninas (como el embarazo) pueden favorecerlos.

¿Los tratamientos con láser para eliminar puntos rubí dejan cicatrices?

No, si se realizan con equipos adecuados y por profesionales, la piel cicatriza sin marcas visibles.

¿Se pueden quitar los puntos rubí en verano o es mejor esperar al invierno?

Se pueden tratar todo el año, pero en verano es fundamental extremar la fotoprotección para evitar manchas.

¿Los fototipos de piel oscuros también pueden tratarse con láser vascular?

Sí, la tecnología láser Nd:YAG permite tratar pieles oscuras de forma segura.

¿Se pueden eliminar puntos rubí en personas embarazadas o en lactancia?

No se recomienda tratarlos durante embarazo o lactancia; es mejor esperar a etapas posteriores.

¿Qué diferencia hay entre un punto rubí y un angioma araña?

El punto rubí es un lunar rojo redondeado, mientras que el angioma araña tiene un puntito central con ramificaciones en forma de patas.