¿Cómo se quita un hemangioma?

30 de julio de 2025
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Hay marcas en la piel que cuentan historias. Algunas aparecen con el tiempo, otras desde que se nace. Algunas apenas se notan; otras, sin quererlo, se convierten en el centro de todas las miradas. Los hemangiomas son una de esas marcas.

Aunque la mayoría son inofensivos, muchas personas conviven con ellos sintiendo incomodidad, inseguridad o dudas sobre su evolución. Saber qué es un hemangioma y cómo se puede eliminar no solo responde a una curiosidad médica: también alivia una inquietud emocional.

Un hemangioma no es solo una mancha o un bulto rojizo. Para quien lo lleva, puede representar preguntas sin resolver, miedo a lo desconocido o simplemente el deseo de que desaparezca.

La buena noticia es que hoy existen tratamientos eficaces y seguros que permiten eliminar estas lesiones sin recurrir a la cirugía, gracias a avances como el láser vascular. Pero antes de hablar de soluciones, conviene entender bien qué es esta alteración, por qué aparece y qué tipos existen.

¿Qué es un hemangioma y por qué aparece?

Un hemangioma es una alteración benigna de los vasos sanguíneos. Es como si un grupo de capilares decidiera crecer de forma desordenada, formando una especie de racimo que se manifiesta en la piel como una mancha o un relieve de color rojo, violeta o azulado.

En los bebés, los hemangiomas suelen aparecer durante las primeras semanas de vida. Nadie los espera, pero ahí están: a veces pequeños, otras veces creciendo rápido.

Su origen exacto aún se investiga, pero todo apunta a que se desarrollan antes del nacimiento, por una pequeña anomalía en la formación de los vasos sanguíneos. No hay culpa, no hay prevención. Simplemente ocurren.

En adultos, estos hemangiomas pueden surgir de manera espontánea, sin una causa clara. Algunos se asocian a cambios hormonales, pequeños traumatismos o incluso a la exposición solar acumulada.

Aunque la palabra “tumor” puede asustar, es importante recalcar que la mayoría son totalmente benignos y no representan peligro para la salud. Aun así, cuando un hemangioma crece, cambia de color, duele o sangra, es fundamental consultar a un especialista.

Tipos de hemangiomas

No todos los hemangiomas son iguales, y eso influye directamente en el tratamiento. Conocer sus diferencias ayuda a entender qué esperar y cómo abordarlos. Principalmente se clasifican según su profundidad, localización, aspecto clínico y etapa de la vida en la que aparecen.

  • Hemangioma infantil, hemangioma capilar o hemangioma en lactantes

    Es el más común en bebés. Suele aparecer poco después del nacimiento, crecer durante los primeros meses y, en muchos casos, desaparecer de forma natural con el tiempo. Aunque su evolución es benigna, si crece demasiado o está en una zona delicada (como cerca del ojo o la boca), puede requerir tratamiento precoz.
  • Hemangioma en adultos

    A diferencia del infantil, este no tiende a desaparecer. Se mantiene estable o, en algunos casos, crece de forma lenta. Puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero es más frecuente en zonas visibles como la cara, el cuello o el cuero cabelludo. Muchos adultos deciden eliminarlo por motivos estéticos o por las molestias que puede causar.
  • Hemangioma cavernoso

    Este tipo se desarrolla en capas más profundas de la piel o incluso en órganos internos. Está formado por espacios vasculares amplios y, por su localización, puede causar presión, dolor o alteraciones funcionales. Su diagnóstico suele requerir estudios de imagen, y su tratamiento es más complejo.
  • Hemangioma atípico

    Cuando un hemangioma no tiene la forma, color o evolución habitual, se considera atípico. Puede confundirse con otras lesiones vasculares o incluso con tumores malignos. Por eso, en estos casos, la evaluación médica debe ser cuidadosa y personalizada.
  • Angioma vascular

    Este término engloba diferentes lesiones de origen vascular, no solo hemangiomas. Puede incluir angiomas rubí, estelares o malformaciones capilares. Aunque muchas veces se utilizan como sinónimos, no todos los angiomas son hemangiomas. Esta distinción es clave para elegir el tratamiento adecuado.
  • Hemangioma Hepático

    Es el tumor benigno más común del hígado. Se estima que hasta un 20% de la población puede tener uno. La gran mayoría son asintomáticos y no requieren tratamiento. Suelen ser únicos y de pequeño tamaño. En raras ocasiones, los hemangiomas hepáticos de gran tamaño (gigantes) pueden causar síntomas como dolor abdominal, náuseas o sensación de saciedad precoz.

¿Cómo se elimina un hemangioma? Diagnóstico y soluciones

El primer paso para eliminar un hemangioma es saber con certeza de qué se trata. Un diagnóstico correcto evita preocupaciones innecesarias y asegura que se elija el tratamiento más seguro y eficaz. Normalmente, un examen clínico es suficiente, pero en casos profundos o dudosos, se puede pedir una ecografía o una resonancia.

Cuando el hemangioma causa molestias, afecta funciones vitales o genera incomodidad estética, el tratamiento se convierte en una opción real y necesaria. En muchos casos, se puede evitar la cirugía y optar por métodos no invasivos que respetan la piel y el bienestar emocional del paciente.

Eliminación con láser vascular: cómo actúa la luz sobre la piel

Hoy en día, eliminar un hemangioma de forma segura y sin cirugía es posible gracias al uso del láser vascular de última generación. Este tipo de tecnología actúa de forma precisa sobre los vasos sanguíneos afectados, respetando el tejido sano circundante y reduciendo notablemente la lesión tras pocas sesiones.

En clínicas especializadas que utilizan plataformas como Alma Harmony, se aplican tratamientos con láseres avanzados capaces de adaptarse a diferentes profundidades y tipos de hemangioma, incluso en pieles sensibles o zonas delicadas del cuerpo. Esta aparatología ofrece resultados visibles, un tiempo de recuperación mínimo y una experiencia cómoda para el paciente.

Funciona así: el láser emite una longitud de onda que es absorbida por la hemoglobina de los capilares. Al calentarse, estos vasos se cierran de forma controlada y progresiva. El cuerpo, como buen aliado, se encarga después de eliminar los restos de manera natural. Todo esto sin dañar la piel sana que rodea la zona tratada.

El procedimiento se realiza en consulta, no requiere ingreso ni anestesia general. A veces se usa una crema anestésica para evitar molestias. En cuanto termina la sesión, se puede seguir con la rutina diaria, aunque se recomienda proteger la zona del sol y evitar calor intenso durante algunos días.

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Dependiendo del tipo y tamaño del hemangioma, pueden ser necesarias varias sesiones (entre 1 y 4, habitualmente). La mejoría se ve con el tiempo, de forma gradual y natural. Además, el láser no deja cicatrices y tiene muy bajo riesgo de complicaciones cuando se realiza en centros especializados con tecnología avanzada.

Preguntas frecuentes sobre hemangiomas

¿Qué diferencias hay entre un hemangioma infantil y uno en adultos?

El hemangioma infantil aparece en los primeros meses de vida y, en la mayoría de los casos, desaparece con el tiempo sin necesidad de tratamiento. En adultos, en cambio, estas lesiones no suelen involucionar y tienden a permanecer o crecer lentamente, por lo que es más frecuente que se considere su eliminación.

¿Qué es un hemangioma atípico?

Es un hemangioma que no sigue el patrón habitual. Puede tener un color extraño, una forma irregular o un crecimiento imprevisible. Algunos no responden bien a tratamientos convencionales. Por eso, en estos casos, el diagnóstico es aún más importante, para descartar otras patologías vasculares o incluso lesiones malignas.

Angioma vascular vs hemangioma: ¿es lo mismo?

No exactamente. El hemangioma es un tipo específico de angioma, pero no todos los angiomas son hemangiomas. Existen muchas lesiones vasculares benignas con características diferentes. Por eso, no conviene asumir que se trata de un hemangioma sin una evaluación médica.

¿Cuándo es recomendable tratar un hemangioma?

Se debe valorar el tratamiento cuando el hemangioma crece, causa molestias, interfiere con funciones vitales o genera un impacto estético negativo en la persona. En bebés, es especialmente importante si está cerca de ojos, nariz o boca. En adultos, la decisión es más frecuente por razones estéticas, aunque también por prevención de sangrados o infecciones.

¿Es posible eliminar un hemangioma sin cirugía?

Sí. Hoy en día, la mayoría de los hemangiomas superficiales pueden eliminarse sin recurrir a cirugía, especialmente con el uso del láser vascular. Este tratamiento permite resultados progresivos, seguros y sin cicatrices. Solo en casos muy profundos o complicados se contempla la opción quirúrgica.

¿Qué resultados se pueden esperar y en cuánto tiempo?

Los primeros cambios suelen notarse después de la primera o segunda sesión. En algunos casos, el hemangioma desaparece por completo; en otros, se reduce tanto que deja de ser visible o molesto. El tiempo y el número de sesiones dependen del tipo de hemangioma, su localización y la respuesta individual de la piel.